Las raíces de Birkenstock se remontan a 1774, cuando Johann Adam Birkenstock se registró como zapatero en el archivo de una iglesia alemana. Esto demuestra la larga tradición y artesanía de la marca. La emblemática plantilla Birkenstock, con su estructura de corcho y látex, se desarrolló en la década de 1930. En la actualidad, este diseño es reconocido en todo el mundo por su comodidad y sus beneficios ortopédicos. Aunque los Birkenstock se diseñaron inicialmente con fines ortopédicos, se convirtieron en una tendencia de moda en los años sesenta y setenta, asociados a la contracultura hippie. Han seguido siendo un básico de la moda a lo largo de los años. La marca está comprometida con la sostenibilidad. Utilizan materiales respetuosos con el medio ambiente, y sus plantillas de corcho proceden de alcornoques recolectados de forma sostenible. También tienen iniciativas para reducir los residuos y el consumo de energía. Birkenstock también se enfrentó a batallas legales sobre precios y distribución, pero todo acabó bien y ahora podemos disfrutar de lo mejor que nuestros pies pueden tener. La comodidad y calidad de los Birks es tan preciada que la gente está dispuesta a llevarlos hasta que llegan los días más fríos. Por suerte, la silueta Boston aporta una calidez adicional y un extraño tipo de elegancia que te permite llevar tus Birks literalmente todo el tiempo (mejor excluir las condiciones de nieve).